El científico frente a la sociedad  
Artículo de opinión  
Educación en profunda crisis: Es necesario  
empezar todo o casi todo de nuevo  
Education in deep crisis: We need to start everything or  
almost everything over  
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POLAN LACKI  
Resumen  
Abstract  
Latinoamérica sufre antiguas, muy dolorosas y crecientes consecuencias  
de un factor anti-desarrollo que, por acción o por omisión, está causando  
un daño profundo al desarrollo, a la prosperidad y al bienestar de la  
población. Es la educación, y en particular la incongruencia entre lo  
qué y cómo el sistema anacrónico de educación está enseñando, y lo  
qué y cómo debería enseñar. Las instituciones educativas de América  
Latina insisten en enseñar contenidos descontextualizados, irrelevantes  
y poco utilizables; sin embargo, lo que el mundo moderno necesita  
desesperadamente es una educación más pragmática, cuyos contenidos  
puedan utilizarse y aplicarse en la solución de los problemas que enfrentan  
los educandos en su vida cotidiana. Las autoridades educativas deben  
pasar de las inocuas reformas cosméticas, a una profunda y radical  
reforma educativa que produzca resultados concretos e inmediatos  
orientada a motivar y “empoderar” a los educandos para que quieran,  
sepan y puedan ser más eficientes y más autodependientes; también  
debe educárseles para que sean solucionadores de sus propios problemas,  
ciudadanos ejemplares que posean: principios, valores, actitudes,  
conocimientos y competencias, y que estén habilitados para que sepan  
generar riqueza e ingresos familiares, que puedan participar en la  
erradicación de la pobreza, prescindiendo de los simplistas programas  
paternalistas gubernamentales, que no son más que paliativos populistas  
que conducen a la miseria. Esta educación innovadora requiere de  
autoridades educativas competentes, que hayan demostrado creatividad,  
ingenio y competencia para formular y ejecutar soluciones inteligentes  
e innovadoras, capaces de provocar un gran impacto en la calidad  
educativa en los egresados.  
Latin America is suffering an old, very painful and growing  
consequences of a developing anti-factor that by acting or  
omission, is causing profound damage to development, prosperity  
and welfare of the population. It is the education, and particularly  
the incongruity between what and how our outdated education  
system is teaching, and what and how should teach. Educational  
institutions insist teaching decontextualized, irrelevant and not  
very usable contents, however, what the modern world desperately  
needs is a more pragmatic education, whose contents could be  
used and applied in solving problems faced by students in their  
everyday lives, and provide more and better contribution to the  
development of their communities. Educational authorities must  
move from inefficient, cosmetic reforms to a profound and radical  
educational reform that will produce immediate and tangible results  
aimed at motivating and “empower” the students to want, know  
and can be more efficient and more self-reliant; they also must be  
prepared to solving their own problems, exemplary citizens who  
have principles, values, attitudes, knowledge and skills, who can  
generate wealth and household income, enabled to participate in  
eradication of poverty, apart from the simplistic, paternalistic  
government programs that are merely palliative populist that  
lead to misery. This innovative education requires educational  
authorities who have demonstrated creativity, resourcefulness  
and competence to formulate and implement smart and innovative  
solutions, capable of causing a major impact on educational quality  
graduates.  
Palabras clave: Reforma educativa, desarrollo, formación, profesores  
Keywords: Educational reform, development, training, teachers  
Introducción  
n América Latina estamos sufriendo antiguas, muy dolorosas y crecientes, consecuencias de un  
factor de anti-desarrollo que está demostrando tener una extraordinaria fuerza para frenar y hasta  
anular los esfuerzos que están realizando los ciudadanos, las instituciones, las empresas y los gobiernos  
para promover el desarrollo económico y social de nuestros países. Lo paradójico es que dicho  
E
factor es una institución históricamente valorada, apreciada y reconocida por la opinión pública, pero que con  
el pasar de los años está deteriorando su imagen porque sus integrantes permanecen con los ojos cerrados y  
los oídos tapados, a pesar de los daños que, por acción o por omisión, está causándole al desarrollo, a la  
prosperidad y al bienestar de nuestros habitantes.  
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POLAN LACKI: Educación en profunda crisis: Es necesario empezar todo o casi todo de nuevo  
Me refiero a la pésima calidad de nuestra  
educación y muy particularmente a la incongruencia  
existente entre lo qué y cómo nuestro anacrónico  
sistema de educación primaria, secundaria y terciaria  
está enseñando y lo qué y cómo debería enseñar  
para que los educandos puedan mejorar sus  
principios, valores, actitudes, conocimientos y  
competencias; y con ello tener un mejor desempeño  
en la vida personal, familiar, laboral, empresarial y  
cívico-comunitaria.  
razón de fondo que los ministerios nacionales y las  
secretarias provinciales/departamentales y  
municipales de educación deben promover reformas  
educativas profundas y radicales que produzcan  
resultados concretos e inmediatos: en la formación y  
capacitación (más pragmática, funcional y práctica)  
de los docentes, en los contenidos curriculares, en  
los métodos pedagógicos, en la administración de las  
escuelas y en su relacionamiento con los padres de  
familia, con las comunidades y con el mercado laboral.  
Asimismo, deben promover reformas que modifiquen  
los generosos calendarios escolares (con cuatro horas  
de clases al día, ocho meses de clases al año y aún  
así llenos de celebraciones, asambleas, pre-feriados,  
pos-feriados, paros y huelgas). Estas generosidades  
son inaceptables porque si necesitamos que los  
alumnos aprendan más y mejor es indispensable que  
los profesores les enseñen más y mejor.  
Con pocas excepciones, nuestras instituciones  
educativas han llegado a tal nivel de deterioro que no  
podemos seguir aceptándolo; su reconstrucción tiene  
que ser - en la práctica y no en la repudiable prédica  
demagógica - la más urgente prioridad de cada  
gobierno municipal, provincial y nacional. Porque,  
hablando objetivamente, no existen motivos para  
aceptar que todos los ciudadanos de cada país,  
directa o indirectamente, sigamos siendo afectados  
y penalizados por una educación disfuncional que  
insiste en enseñarnos contenidos descontextualizados  
que en gran parte son irrelevantes y poco utilizables;  
además de ser enseñados en forma muy teórica,  
abstracta, aburrida y mínimamente vinculada a las  
necesidades de vida y de trabajo de los educandos.  
Principalmente si consideramos que el mundo  
moderno está necesitando, desesperadamente, una  
educación más pragmática cuyos contenidos los  
educandos puedan utilizar y aplicar en la corrección  
de sus propias ineficiencias, como estrategia para  
que puedan solucionar los problemas que enfrentan  
en sus vidas cotidianas y ofrecer una mayor y mejor  
contribución al desarrollo de sus comunidades y de  
sus países.  
Todos los educandos deben ser  
formados para que puedan actuar  
como ciudadanos ejemplares  
Con tal fin esta nueva educación deberá estar  
orientada a motivar y “empoderar” a los educandos  
para que quieran, sepan y puedan ser más eficientes  
y más autodependientes solucionadores de sus  
propios problemas. Una educación que les enseñe  
cómo elevar su productividad y su capacidad para  
generar más riquezas e ingresos familiares, como  
prerrequisitos para empezar a reducir la pobreza en  
la cual vive la mayoría de los educandos. Si queremos  
erradicar la pobreza no podemos seguir formando  
ciudadanos pasivos y dependientes de los simplistas  
programas paternalistas de regalar dinero a los  
pobres; porque éstos son pobres en dinero, porque  
son pobres en conocimientos, que sus padres y  
especialmente el sistema de educación no les  
proporcionaron. Estos paliativos populistas están  
destruyendo la dignidad de los pobres y  
condenándolos al fatalismo, a la pasividad, a la  
ociosidad, a los vicios y conduciéndolos a una miseria  
que, con la “ayuda” del ganar sin trabajar, se vuelve  
irreversible. El sistema de educación debe formar y  
capacitar una nueva generación de ciudadanos, que  
posean los principios, los valores, las actitudes y las  
competencias necesarias para que ellos mismos  
¿Reformas cosméticas para “mantener  
las apariencias” o reformas profundas  
para cambiar de verdad?  
Las autoridades educativas deben abandonar, de  
una vez por todas, las inocuas reformas cosméticas  
que han estado realizando, año tras año, durante las  
últimas décadas. Porque tales reformas están  
engañando a los educandos y condenándolos al  
desempleo y al fracaso como personas, como padres  
de familia, como trabajadores, como emprendedores  
y como miembros de sus comunidades. Es por esta  
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puedan evitar/corregir/eliminar los errores e  
ineficiencias que están cometiendo, porque  
generalmente son estos los principales causantes de  
su propio subdesarrollo. Una educación funcional y  
de buena calidad debe tener como objetivo y  
estrategia convertirlos en ciudadanos más honrados,  
más honestos, más responsables, más conscientes  
de sus deberes, más creativos, más productivos, más  
emprendedores, más solidarios y más activos y  
eficientes protagonistas en la solución de sus  
problemas personales, familiares, laborales y  
comunitarios.  
A pesar de todo, es muchísimo lo que  
pueden hacer los profesores para  
mejorar la educación  
Por supuesto que las adecuadas decisiones  
políticas de los ministros y secretarios de educación y  
las eficientes administraciones de los rectores/decanos/  
directores de las unidades educativas son importantes.  
Sin embargo, ellas no producirán los resultados  
necesarios si los integrantes del más importante y más  
decisivo estamento de la educación - los profesores -  
no asumen como suyo el desafío de mejorar su propio  
desempeño y por ende la calidad de la educación que  
imparten. Por más adversas que sean sus condiciones  
laborales y salariales es mucho lo que los profesores  
pueden hacer para revertir la baja calidad educativa y  
el creciente deterioro de la educación. En muchos  
casos ellos no necesitan condicionar la mejora de su  
desempeño docente a que los gobiernos adopten altas  
decisiones políticas y aporten recursos adicionales.  
Porque muchas de las actuales ineficiencias son tan  
elementales, de fácil corrección y de tan bajo costo  
que pueden ser evitadas, corregidas o eliminadas por  
los propios profesores, independientemente de lo que  
hagan o dejen de hacer los ministros y secretarios de  
educación, los rectores de las universidades y los  
decanos y directores de las facultades y escuelas.  
Conscientes de que es muy poco lo que ellos pueden  
esperar de sus debilitados y endeudados gobiernos, es  
necesario que los profesores hagan un esfuerzo  
adicional y asuman un mayor protagonismo y liderazgo  
en la corrección de las profundas ineficiencias,  
debilidades y disfuncionalidades de las instituciones  
educativas. Es para esto que todos los ciudadanos a  
través de sus impuestos (inclusive los contribuyentes  
muy pobres que coincidentemente son los más  
castigados por la baja calidad de la educación),  
financiaron la formación académica de los profesores  
y están pagando, aunque en muchos casos muy mal,  
sus salarios.  
Los ministros y secretarios de  
educación deben tener “hojas de vida”  
que los recomienden  
Por una cuestión de coherencia, esta educación  
innovadora requiere de autoridades educativas que  
también tengan actitudes y procedimientos  
innovadores y ojalá revolucionarios. Los puestos de  
ministros nacionales y de secretarios provinciales/  
departamentales y municipales de educación ya no  
pueden seguir siendo atribuidos a oportunistas de  
ocasión que ayudaron a elegir a los gobiernos de  
turno. Dichos puestos deberán ser ocupados por los  
más competentes educadores de cada país, provincia  
y municipio. Competentes, no necesariamente por  
tener muchos títulos académicos colgados en las  
paredes, sino que en el sentido de que en sus “hojas  
de vida” hayan demostrado creatividad, ingenio y  
competencia técnico-administrativa para formular y  
ejecutar soluciones inteligentes e innovadoras, que  
sean capaces de provocar un gran impacto en la  
calidad educativa y en las actitudes y competencias  
de los egresados. En las instituciones educativas,  
muchísimo más que en cualquier otro organismo o  
empresa, la meritocracia tiene que ser un principio  
irrenunciable e innegociable. Una misión con tan  
elevada importancia estratégica, económica y social,  
no puede seguir siendo atribuida a los malos políticos  
y mucho menos a los malos sindicalistas de la  
educación porque éstos suelen estar cada vez menos  
preocupados en educar y cada vez más dedicados a  
hacer proselitismo político y a catequizar  
ideológicamente a los estudiantes. La educación debe  
ser política e ideológicamente neutral.  
Críticas y contribuciones para mejorar este  
planteamiento serán bienvenidas a través de los e-  
mails: Polan.Lacki@onda.com.br, Polan.Lacki@  
uol.com.br  
El resumen de la trayectoria profesional y otros  
artículos del autor están disponibles en la página:  
http://www.polanlacki.com.br  
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POLAN LACKI: Educación en profunda crisis: Es necesario empezar todo o casi todo de nuevo  
Este artículo es citado así:  
Lacki, P. 2010: Educación en profunda crisis: es necesario empezar todo o casi todo de nuevo.  
TECNOCIENCIA Chihuahua 4(2): 60-63.  
Resumen curricular del autor  
POLAN LACKI. Nació y vivió su infancia y adolescencia en la zona rural del municipio de Foz do Iguaçu en Brasil. Gracias a esta circunstancia  
empezó a conocer desde niño los problemas de la agricultura, conviviendo con ellos, y aprendió varias actividades agrícolas y ganaderas,  
ejecutándolas. Es Ingeniero Agrónomo por la Universidad Federal Rural de Rio de Janeiro. Aún joven tuvo la excelente oportunidad de  
trabajar durante más de cinco años como extensionista, con los agricultores más pobres de Brasil, en el Estado de Piauí, lejos del apoyo  
gubernamental, donde se dio cuenta que era necesario hacer algo radicalmente diferente, como por ejemplo, ofrecer a los productores  
rurales soluciones que fuesen de fácil adopción y de bajo costo. Con ese propósito emancipador empezó a buscar soluciones en las cuales  
los conocimientos adecuados pudiesen contrarrestar la insuficiencia de recursos productivos, priorizó soluciones más autárquicas, más auto-  
dependientes y más autogestionarias, orientadas al siguiente reto: qué y cómo hacer para que los agricultores pudiesen ser eficientes y  
competitivos con menos créditos, con menos subsidios, con menos inversiones, con menos garantías oficiales de comercialización, en fin,  
con menos Estado. Posteriormente, y durante 23 años sin interrupción, trabajó en la Organización de las Naciones Unidas para la  
Agricultura y la Alimentación - FAO. Para mejorar los fundamentos técnicos de su propuesta emancipadora, que en aquel entonces aún era  
muy incipiente, siguió recogiendo nuevos resultados de investigaciones y experiencias. Con tal fin, visitó muchos municipios de Brasil y  
todos los 18 países hispanohablantes de América Latina. En ese largo período dictó conferencias en aproximadamente 430 eventos  
nacionales e internacionales, convocados por los más importantes organismos de la ONU y de la OEA, universidades, ministerios de  
agricultura, organismos de investigación y extensión rural y gremios de productores rurales. Los aportes que recogió en esas múltiples  
actividades confirmaron y fortalecieron su convicción de que la principal causa de la pobreza rural es la falta de conocimientos adecuados;  
y no necesariamente la falta de políticas, créditos, subsidios, garantías de precios y otras ayudas paternalistas. Actualmente coordina una  
amplia red electrónica de recolección y difusión de experiencias cuyo propósito es demostrar lo siguiente: si les ofrecemos una educación  
útil, contextualizada y de buena calidad, "todos los agricultores, inclusive los pequeños y pobres, pueden ser eficientes y competitivos". Los  
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54,000 miembros que integran dicha red alimentan, retroalimentan, perfeccionan y legitiman, con sus aportes técnicos y especialmente  
con sus críticas, esta propuesta educativo-emancipadora; y también dicta conferencias dirigidas especialmente a las personas que, en la era  
del conocimiento, deberán asumir el liderazgo y actuar, directa y/o indirectamente, como los principales protagonistas en la solución de los  
problemas agrícolas y rurales de América Latina. E-mail: Polan.Lacki@onda.com.br, Polan.Lacki@uol.com.br  
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