DÁMARIS LEOPOLDINA OJEDA-BARRIOS, AÍDA RODRÍGUEZ-ANDUJO, GUSTAVO ROGELIO LÓPEZ-OCHOA, ARWELL NATHÁN LEYVA-CHÁVEZ Y SILVIA
AMANDA GARCÍA-MUÑOZ: Aspectos a considerar por los viticultores de Chihuahua en la nutrición de vid para vino
Introducción
omo alternativa para elevar la competitividad en el sector frutícola en el estado de Chihuahua, se
han realizado inversiones importantes por parte de un grupo de productores con el fin de detonar el
cultivo de la vid (Vitis vinifera L.). En el año 2010 se agruparon varios empresarios chihuahuenses
C
con la finalidad de establecer viñedos y además producir vino de mesa, los cuales han invertido recursos y
tecnología en la plantación de 32 viñedos que se ubican en los municipios de Delicias, Satevó, Cuauhtémoc,
Casas Grandes, Bachíniva, Sacramento, Guerrero, Namiquipa, Sueco, Rosales, Flores Magón y López, quienes
trabajan con ocho variedades de vid y seis porta injertos.
Este esfuerzo de los productores se lleva a cabo
con el apoyo de la Fundación Produce Chihuahua y
la Facultad de Ciencias Agrotecnológicas de la
UniversidadAutónoma de Chihuahua. Por otro lado,
ya se han tenido producciones y vinificaciones en
los municipios de Chihuahua, Delicias, Bachíniva y
Urique. El desarrollo de la viticultura es una
actividad promisoria, dados los resultados en el
desarrollo de parcelas, la vinificación ya realizada
inicialmente y, sobre todo, las condiciones climáticas
favorables. Este cultivo en otras regiones del mundo
tiene impactos económicos muy importantes,
impulsando también actividades como el turismo y
la imagen de la región.
Fertilización
La productividad de un suelo está relacionada con
la disponibilidad de los nutrientes que contenga.
Cuando el suelo no tiene los nutrientes en las cantidades
y formas biodisponibles, es necesario aportarlos. De
acuerdo con este planteamiento, la práctica de la
fertilización consiste en adicionar los nutrientes
necesarios para que la planta exprese su potencial
productivo (Bertamini y Nadunchezhian, 2005). En las
plantas de vid, la fertilización es una de las prácticas
más importantes del año, y es integrada al manejo
general de los viñedos; se considera que los costos
derivados por la fertilización corresponden al 26% del
costo total de la producción anual (Chen et al., 2004).
El rendimiento y la calidad del fruto dependen
mucho de la nutrición del cultivo de la vid. Las
recomendaciones formuladas deben ser tomadas
como genéricas, ya que las regiones donde se han
realizado investigaciones difieren en condiciones
climáticas, varietales y de suelo. Se exponen las
posibles sugerencias de uso, hasta disponer de
suficiente información como para brindar
recomendaciones definitivas (Delgado et al.,
De una manera explícita, en la práctica de la
fertilización deberán tomarse en cuenta la fuente del
fertilizante, tiempo de aplicación, frecuencia de las
aplicaciones y métodos de aplicación.Aunado a estos
factores, una estrategia de manejo apropiado incluye
tomar en cuenta el pH de suelo (ácido, neutro o
alcalino), la textura del suelo (fina, media),
composición química del suelo (por ejemplo,
cantidades de diferentes elementos en el suelo,
capacidad de intercambio catiónico), atmósfera del
suelo (aeróbica o anaeróbica), microflora del suelo
(tipo y abundancia de microrganismos), tipo y costo
de la fuente de fertilizante a utilizar (urea, nitrato de
amonio, sulfato de amonio, amoniaco y otros), tipo
de cultivar (con alta alternancia o moderada
alternancia), humedad del suelo (saturado, húmedo,
seco), movimiento del agua a través del perfil del
suelo, cubiertas en los huertos (cultivos limpios, pastos
o leguminosas), cantidad y método de irrigación
(inundación, goteo o aspersión), edad fisiológica de
los árboles (jóvenes, intermedios o viejos), nivel del
2
004).
El conocimiento de los requerimientos de los
diferentes órganos de la planta durante cada periodo
del ciclo de crecimiento es fundamental en un plan
de nutrición en vid (Vitis vinifera L.) (Garcia et al.,
1
999). Los análisis de suelo disponibles y
comportamiento varietal a diferentes condiciones de
nutrición permitirán poco a poco ajustar las
recomendaciones. Así mismo, es aconsejable la
realización de análisis foliares para evaluar los niveles
de suficiencia para las condiciones ambientales de
cada cultivar (Garcia et al., 2001).
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• Vol. VI, No. 2 • Mayo-Agosto 2012 •