Vol. X, Núm. 3 Septiembre-Diciembre 2016 118
El científico frente a la sociedad Artículo de opinión
Resumen
La concepción tradicional de ciencia ha resultado insuficiente como
única fuente de conocimiento si se quiere llegar a la comprensión de
algunos aspectos de la realidad. Existen fenómenos de estudio para
los cuales el paradigma de cientificidad proveniente del positivismo
resulta ser una mirada parcial; ya que muchos aspectos de dichos
fenómenos o temas de interés pueden escapar a la metodología con
la cual se pretende observar esa realidad. Analizando detenidamente
la naturaleza de esos fenómenos u objetos de estudio podemos
considerar otra perspectiva para realizar investigación, proveniente
de una concepción de ciencia alternativa al positivismo, que tiene
sus bases en corrientes de pensamiento post-positivistas o
compreensivistas: la metodología cualitativa. El investigador que
quiere tener un mayor conocimiento de su fenómeno de estudio
puede buscar esa aprehensión más amplia de la realidad, desde una
mirada epistemológica, que guíe la construcción de su objeto de
estudio, y le ayude a elegir cuál de las dos metodologías puede ser la
de mayor idoneidad.
Palabras clave: epistemología, investigación científica, método
científico, positivismo, fenomenología.
_________________________________
1 UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE CHIHUAHUA. Facultad de Enfermería y Nutriología. Circuito Universitario Campus II, Chihuahua, Chih. C.P. 31125.
Tel. (614) 238-6048.
2 UNIVERSIDAD FEDERAL DE SANTA CATARINA. Departamento de Enfermería. Campus Reitor Joao David Ferreira Lima s/n. Trindade Florianópolis
- SC 88040-900. Tels. (48) 3721-9000 y (48) 3271-4998.
3 Dirección electrónica del autor de correspondencia: lberumen@uach.mx.
Abstract
The traditional conception of science has proved to be insufficient
as the unique source of knowledge if one wants to achieve an
understanding of some aspects of the reality. There are
phenomena of study for which the paradigm of scientificity that
comes from positivism turns out to be a partial look; since many
aspects of these phenomena or topics of interest may go beyond
the methodology used to observe that reality. Analyzing carefully
the nature of these phenomena or objects of study, we can consider
another perspective to carry out research, coming from a
conception of alternative science to positivism, which has its
bases in post-positivism or comprehensives currents of thought:
the qualitative methodology. The researcher who wants to have
a better knowledge of the phenomenon of study can achieve that
wider apprehension of reality from an epistemological perspective
that guides the construction of the object of study so it helps to
choose which of the two methodologies can be the one of greater
suitability.
Keywords: Epistemology, scientific research, scientific method,
positivism, phenomenology.
Qualitative research from the epistemological perspective
La investigación cualitativa desde la
perspectiva epistemológica
LUZ VERÓNICA BERUMEN-BURCIAGA1,3 Y PATRICIA KUERTEN-ROCHA2
C
que el beneficio de esto será investigar más lúcida y responsablemente.
Introducción
upani (s/a) discute la importancia de la formación científica de la mano de la reflexión
filosófica, proponiendo que los profesores que se dedican a la enseñanza de la
práctica investigativa tengan alguna formación en filosofía de la ciencia; argumenta
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Vol. X, Núm. 3 Septiembre-Diciembre 2016
LUZ VERÓNICA BERUMEN-BURCIAGA Y PATRICIA KUERTEN-ROCHA: La investigación cualitativa desde la perspectiva
epistemológica
Menciona que puede ayudar como estímulo para
comprender mejor y perfeccionar el sentido de la
investigación y de su producto (el conocimiento). Esto
es una invitación para reflexionar sobre el paradigma
de investigación cualitativa desde un punto de vista
epistemológico, que nos ayude a discernir en qué
momento podemos optar por esta alternativa
metodológica.
Concepción tradicional de ciencia
Vamos a partir de lo que llamaremos:
"racionalidad científica tradicional", que ha sido el
paradigma hegemónico en investigación, en especial
en las ciencias de la naturaleza (Martínez, 2006). Es
hablar un poco de lo que epistemológicamente guía
esta forma de hacer ciencia. Es conocida también
como racionalidad científica positivista.
Desde esta concepción se dice que existe una
realidad totalmente hecha, acabada y plenamente
externa y objetiva; nuestro aparato cognoscitivo la
copia, por lo que aquí la concepción de objetividad
significa copiar bien esa realidad sin deformarla. La
verdad consistiría en la fidelidad de nuestra imagen
interior a la realidad que representa. Eso es lo que se
conoce como "Equivalencia adecuada" supuesto
aristotélico (Martínez, 2006). En otro sentido, esa
objetividad también se refiere a la neutralidad que
debe tener el investigador con respecto al fenómeno
de estudio, lo que tiene como resultado una
formulación impersonal de los descubrimientos,
llegando de esa forma a la objetividad del
conocimiento que así se produjo (Mardones y Ursua,
2003; Cupani, 2011).
Cupani (2011), profundizando en la noción
tradicional de objetividad en la ciencia, menciona que
ofrece tres dimensiones. La primera (que denomina
epistemológica), es la objetividad, en cuanto
aspiración a corresponder con la realidad, la vincula
predominantemente al realismo epistemológico y a
la noción de verdad como adecuación. La segunda
corresponde al control intersubjetivo de las
reivindicaciones de conocimiento, transmitidas ya sea
a través del discurso o por medio de imágenes,
gráficos o modelos. La tercera dimensión de la
objetividad se refiere al esfuerzo para evitar que
preferencias personales de los investigadores
desvirtúen la investigación, o sea, para detectar,
minimizar o anular la influencia sobre los resultados
de la investigación, de las preferencias, inclinaciones,
posiciones teóricas consolidadas, ideologías, intereses
y prejuicios. A diferencia del yo artístico, exhortado
a expresar la personalidad individual, el yo personal
del científico era exhortado a reprimirse a causa de
este criterio de cientificidad.
Otra característica de esta concepción de la
ciencia es que argumenta la experiencia sensible
como fuente del saber y su posibilidad de verificación.
De ahí proviene el término "empírico" en la
predicación científica, que se refiere al origen sensorial
para todos los conocimientos. Así, según los criterios
de cientificidad de este paradigma, solo la experiencia
sensible, es decir, conocer a través de los sentidos,
definía los fenómenos adecuados (entidades
concretas, tangibles, mensurables, verificables) para
la investigación científica (Mardones y Ursua, 2003;
Martínez, 2006).
Para responder a ello se utilizan las definiciones
operacionales que ayudan a hacer observable y
medible todas aquellas realidades renuentes o reacias
a ello (Bridgman, citado por Martínez, 2007).
En síntesis, desde la perspectiva positivista, la
objetividad del conocimiento, el determinismo de los
fenómenos y su posibilidad de verificación, eran vistos
como la garantía de un procedimiento correcto. Se
evaluaba la certeza de las conclusiones con base solo
en el simple uso correcto de las reglas metodológicas
preestablecidas (Minayo, 2002; Martínez, 2006;
Chalmers, 2008).
Este modelo de ciencia, que se originó después
del renacimiento, sirvió de base para el avance
científico y tecnológico durante varios siglos, pero
algunas inquietudes derivadas de la reflexión
epistemológica consideran a ese modelo tradicional
de ciencia no solo insuficiente, sino, sobre todo,
inhibidor de lo que podría ser un verdadero progreso,
tanto particular como integrado, de las diferentes
áreas del saber (Martínez, 2007). A raíz de esto surge
el post-positivismo como base de una nueva forma
de hacer ciencia (nuevo paradigma epistémico).
Dicho de otra manera, la reflexión acerca del
proceso de crear conocimiento, de hacer ciencia
(revoluciones científicas), examina críticamente hasta
qué punto se justifican los presupuestos aceptados
hasta ese momento, o si en su lugar no se pudieran
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aceptar otros distintos, que nos llevarían por caminos
metodológicos distintos y quizá terminarían en
conclusiones también diferentes (Martínez, 2006).
Sucede que se tiene que estudiar la relación entre
las teorías suplantadas y las que las reemplazan como
consecuencia de un cambio revolucionario (Chalmers,
2008).
Así, surge un nuevo modo de pensar, una nueva
racionalidad científica, una nueva manera de mirar
las cosas, una nueva ciencia. Esta ciencia presenta
notables diferencias con el modo de pensar
tradicional, clásico, convencional, lógico positivista,
"la racionalidad científica tradicional" mencionada
anteriormente (Martínez, 2007).
Descartes, en su obra Discurso del método
(1637) cuestiona que si "La razón es por naturaleza
igual a todos los hombres" entonces porqué "la
diversidad de opiniones" su respuesta fue: por el
método, ya que para él, esta diversidad no viene de
que unos sean más razonables que otros, sino del
hecho que conducen sus pensamientos por diversas
vías y tampoco consideran las mismas cosas.
Lakatos (2007) refiere que, según su
metodología, los grandes logros científicos son
posturas de los programas de investigación que
pueden ser evaluadas en términos de transformaciones
progresivas y regresivas de un problema, las
revoluciones científicas consisten en que una postura
de un programa de investigación reemplaza (supera
progresivamente) a otra. Esta metodología ofrece una
nueva reconstrucción racional de la ciencia.
Martínez (2007) dice que el "Concepto restrictivo
de cientificidad coarta la legitimidad y el derecho a
existir de una gran riqueza de la dotación más
típicamente humana, como los procesos que se
asientan en el uso de la libertad y de la creatividad".
Esto es de mayor relevancia cuando estamos
trabajando en las ciencias humanas y sociales, cuya
naturaleza de su objeto de estudio posee
características que vuelven necesaria una mirada
diferente de ciencia y por lo tanto del método elegido.
Concepción del Objeto de estudio y elección de
un paradigma de investigación.
Realizar una investigación partiendo desde un
análisis epistemológico no es imponer una forma de
concebir la ciencia desde una perspectiva filosófica
particular, que actúe como "camisa de fuerza", al
contrario, esto nos ayuda a reflexionar, desde la
concepción del objeto de estudio, cuál puede ser el
mejor abordaje metodológico para esa realidad que
se quiere estudiar (Gomes et al., 2000; Maidana et
al., 2008).
Para analizar dicha correspondencia, retomamos
las palabras de Martínez Miguélez, que expresan que
al adoptar una determinada epistemología estamos
implicándonos con una orientación metodológica, ya
que existe una relación recíproca e interdependencia
entre las dos, por lo que también manifiesta la relación
en dirección inversa, al afirmar que al usar
determinado método estamos, así mismo, asumiendo
determinada orientación epistemológica.
Esto significa que de acuerdo con nuestra
concepción de ciencia podemos decidir qué aspectos
de la realidad queremos conocer con nuestra
investigación; si partimos de una concepción de
realidad independiente del sujeto, estática, acabada;
o si queremos predecir, verificar, explicar o comprender.
El resultado que tengamos de este análisis tiene
implicaciones para la práctica investigativa, pues nos
lleva a la elección de una determinada orientación
metodológica y también a una definición del objeto
de estudio (Gomes et al., 2002).
Cuando se elabora un proyecto de investigación,
se hace un mapeo sistemático de recortes, se toman
decisiones: ¿Qué investigar?, ¿cómo?, ¿por qué? Se
hace una reconstrucción de la realidad, entendida
como la definición del objeto de conocimiento
científico y las maneras de investigarlo, teniendo en
consideración varias dimensiones: la ideológica, la
científica y la técnica (Gomes et al., 2002).
¿Cuándo podemos optar por realizar una inves-
tigación desde el paradigma cualitativo de acuerdo
con la construcción del objeto de investigación?
El paradigma científico tradicional es puesto en
tela de juicio cuando se está frente a una realidad
compleja para ser estudiada con una visión que la
fragmenta, argumentando mejor control de ésta.
Existen ciencias como las de la naturaleza en las
cuales esta forma de "tratar" la realidad es, más que
suficiente, necesaria; pero existen otras como las
ciencias humanas o sociales donde esta concepción
restrictiva no solo es insuficiente, si no desvirtuadora
y parcial, por lo tanto inadecuada.
LUZ VERÓNICA BERUMEN-BURCIAGA Y PATRICIA KUERTEN-ROCHA: La investigación cualitativa desde la perspectiva
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En palabras de Martínez (2007): cuando se
concibe la realidad tomando en cuenta que los
códigos fundamentales de cada cultura son los que,
por una historicidad profunda rigen su lenguaje, sus
esquemas perceptivos, sus cambios, sus técnicas, sus
valores y la jerarquía de sus prácticas. Cuando no
interesa tanto lo que son las cosas en sí, sino lo que
son para uno (significado). Cuando se brinda
importancia al pensamiento que responde siempre al
mundo-de-vida, integral, de una comunidad particular,
en un momento y tiempo históricos determinados.
Cuando se interesa por el modo propio y peculiar
que tiene un grupo humano de asignar significados a
las cosas y a los eventos, es decir, en su capacidad y
forma de simbolizar la realidad. Cuando se centra la
atención en el hombre como sujeto, y no solo como
objeto de estudio, es decir, en el hombre como persona,
con conciencia y libertad, irreductible a cualquier otra
cosa. Es entonces cuando algunas nociones como
éstas, sobre una concepción ampliada de la realidad
escapan a la metodología cuantitativa y es ahí,
cuando se vuelve necesario echar mano de la
metodología cualitativa como una alternativa de
investigación.
Para continuar enfocando la atención en la
naturaleza de la realidad compleja, se retoma a
Minayo (2002), quien realiza un análisis de cinco
aspectos característicos del objeto de estudio de las
ciencias sociales que lo vuelve un desafío para la
investigación. Estos aspectos son:
Su carácter histórico. Existe un presente
marcado por el pasado y proyectado para el futuro,
eso le imprime otras cualidades: su provisoriedad,
dinamismo y especificidad, en un momento en lo que
está dado y lo que está siendo construido.
Posee conciencia histórica. Esta característica
viene en consecuencia de la anterior y se refiere a
que los seres humanos, los grupos y las sociedades
le dan un significado a sus acciones, a sus
construcciones, de tal forma que las estructuras
sociales no son nada más que acciones objetivadas.
Identidad entre sujeto y objeto. Se investiga
seres humanos que, por razones culturales, de clase,
fase etárea o por cualquier otro motivo, tienen un
sustrato común de identidad con el investigador,
haciéndolos solidariamente involucrados y
comprometidos; cita a Lévi-Strauss (1975): en una
ciencia donde el observador es de la misma naturaleza
que el objeto observado, él mismo se convierte en
parte de su observación. El observador no solo no
está aislado del fenómeno que estudia, sino que forma
parte de él. El fenómeno lo afecta, y él, a su vez,
influye en el fenómeno.
Ideológico. Este objeto es extrínseca e
intrínsecamente ideológico, de manera que es
comprometido. Lo que se percibe y su significado
dependerán de nuestra formación previa, de nuestras
expectativas teóricas actuales, de nuestros valores,
actitudes, creencias, necesidades, intereses, miedos,
ideales. Trasmite intereses y visiones del mundo
históricamente construidas.
Esencialmente cualitativo. "La realidad social
es el propio dinamismo de la vida individual y colectiva
con todas las riquezas de significados que de ella
desbordan. Esa misma realidad es más rica que
cualquier teoría, cualquier pensamiento y cualquier
discurso que podamos elaborar sobre ella" (p 15).
Por lo tanto, los códigos que puedan hacerse sobre
ellas son incapaces de abarcarlas y contenerlas, pues
son recortados y reducidos por naturaleza
fragmentaria. Las ciencias sociales poseen
instrumentos y teorías capaces de hacer una
aproximación a la suntuosidad que es la vida de los
seres humanos en sociedades, para lo cual aborda el
conjunto de expresiones humanas constantes en las
estructuras, en los procesos, en los sujetos, en los
significados y en las representaciones.
Ante esta forma de concebir la realidad, de
construir los objetos de estudio, se vuelve necesario
lo que Martínez (2007) defiende: un modelo
dialéctico, respaldado por toda la orientación
postpositivista actual, que considera el conocimiento
como el resultado de una dialéctica entre el sujeto y
el objeto o fenómeno de estudio. Nuevos métodos
que lleven a la estructura última de los temas vitales
desafiantes, que los capten como son vividos. La
matriz epistémica sería el trasfondo existencial y
vivencial, el mundo-de-vida y lo que origina y rige el
modo general de conocer.
Forma relacional, sistémica, estructural,
gestáltica, humanista. Valora las cosas, los eventos y
las personas por lo que son en sí, pero hace énfasis
en la red de relaciones en que nacen y se desarrollan;
LUZ VERÓNICA BERUMEN-BURCIAGA Y PATRICIA KUERTEN-ROCHA: La investigación cualitativa desde la perspectiva
epistemológica
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la persona humana será siempre sujeto, por lo que se
propicia con ello la solidaridad y la dimensión
inmaterial y espiritual del hombre y de las realidades
e instituciones creadas por él. Como metodología
utiliza estrategias aptas para captar los aspectos
relacionales, sistémicos y estructurales de las
realidades (Minayo 2000; Martínez 2006).
En palabras de Martínez, para "medir" a otra
persona habrá que abrir la mente, mirar y escuchar
atentamente, dejarse absorber y sumergirse en su
vida, y ser muy receptivos y pacientes; es decir, hacer
una buena "reducción" en el sentido fenomenológico.
El conocimiento, así obtenido, se considera como el
fruto o resultado de una interacción, de una dialéctica,
o diálogo, entre el conocedor y el objeto conocido. El
concepto de intersubjetividad remplaza al concepto de
objetividad (Martínez, 2006; Mardones y Ursua, 2013).
En síntesis, el enfoque cualitativo rechaza la
pretensión de cuantificar toda realidad humana
consciente de la relevancia que tienen el contexto, la
función y el significado de los actos humanos; no
reduce la explicación del comportamiento humano a
la visión positivista, que considera los hechos sociales
como "cosas" que ejercen una influencia externa y
causal sobre el hombre, sino que valora también, y
sobre todo, la importancia de la realidad como es
vivida y percibida por él, sus ideas, sentimientos,
motivaciones (Minayo 2000, Martínez, 2006, 2007;
Mardones y Ursua, 2013).
La investigación cualitativa se distingue por las
siguientes características: es descriptiva, inductiva,
fenomenológica, holista, ecológica, estructural-sistémica,
humanista, de diseño flexible, y destaca más la validez
que la replicabilidad de los resultados de investigación,
no se opone a la investigación cuantitativa, sino que
es adecuada para estudiar fenómenos concebidos de
una manera diferente a los que son cuantitativamente
estudiables (Martínez, 2007).
Las metodologías cualitativas, según Martínez
(2006), tienen el reto de poseer estas dos cualidades
indispensables: ser sensibles a la complejidad de la
vida humana y al mismo tiempo aplicar
procedimientos rigurosos, sistemáticos y críticos para
producir conocimientos defendibles epistemológica
y metodológicamente, para poseer una respetabilidad
científica.
Importancia de la reflexión filosófica
en el proceso de investigación
Existen algunos autores que tratan sobre este
tema, uno de los pioneros fue Mario Bunge en la
década de los 70, sin embargo, un analista actual,
Alberto Cupani, profesor de la Universidad Federal
de Santa Catarina, ha aportado nuevos elementos
hacia la relevancia de incluir en el proceso de
investigación la reflexión filosófica, los cuales
queremos resaltar aquí.
Aclara que la filosofía de la ciencia puede
entenderse de dos maneras: como reflexión
epistemológica o, en un sentido más amplio, como
reflexión en el sentido existencial y político de la
actividad científica. Aquí nos referiremos más a la
primera, aunque él mismo aclara que no pueden verse
como asuntos aislados, pues se pasa de las cuestiones
epistemológicas a las ético-políticas y viceversa.
Desde la reflexión epistemológica, se refiere a
indagar filosóficamente las condiciones de validez del
saber científico, su correspondencia con la elección
de la metodología y las técnicas investigativas a partir
de la definición de la concepción de la realidad que
lleva una consecuente construcción del objeto a
investigar.
Un investigador sin la visión que le proporciona
la reflexión filosófica puede convertirse en un
seguidor acrítico de un determinado método, volverse
"experto" en él y estudiar sólo fragmentos de la
realidad concernientes a este único método de
indagación, o lo que es peor, someter realidades
complejas que no pueden ser estudiadas desde una
perspectiva reduccionista a esa "camisa de fuerza",
siendo deseable, según Martínez (2006), que el
investigador elija el método, las técnicas y
procedimientos que tengan un mayor nivel de
adecuación y sintonía con el centro de su interés que
desea investigar.
Cupani (2012) menciona que el investigador está
amenazado por dos riesgos: la caída en la rutina y la
alienación. La rutina en la que puede caer el
investigador (en especial el aprendiz) repitiendo
caminos, sin ver otras posibilidades o alternativas que
podrían abrir otros horizontes para mejor
conocimiento de la realidad estudiada.
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El otro riesgo es su alienación con relación a los
demás aspectos de la vida humana, considerando el
valor de la ciencia y su completa autonomía con
relación a otras actividades, creencias y objetos de
interés humano. Por eso cabe preguntarse por qué
existe la ciencia, qué tipo de ciencia practicamos,
qué compromisos morales acarrea, y cómo se relaciona
la ciencia con la red social de poder. Para disminuir
esta tendencia, la reflexión filosófica puede promover
en el científico la conciencia de las presuposiciones
existenciales, sociales, culturales e históricas que dan
sentido a su tarea, permitiéndole percibir si, y hasta
donde, ser un buen científico es compatible con ser
un buen ser humano (Cupani, 2012).
La realización de la práctica investigativa desde
la filosofía de la ciencia puede contribuir a dejar de
ser dogmáticos en cuanto a los criterios de
cientificidad restrictivos para estudiar áreas de la
ciencia donde no podemos seguir prisioneros de una
única manera de hacer investigación a través de
reglas fijas y universales.
Chalmers (2008) menciona que la idea de que
la ciencia puede y debe actuar de acuerdo con reglas
fijas y universales es tan poco realista como
perniciosa. Es poco realista porque conlleva una visión
demasiado reduccionista de los talentos del hombre
y de las circunstancias que fomentan y provocan su
desarrollo. Y es perniciosa porque el intento de aplicar
las leyes está unido a incrementar nuestra
cualificación profesional a expensas de nuestra
humanidad. Además menciona que es perjudicial a
la ciencia porque deja de lado las complejas
condiciones físicas e históricas contribuyentes en el
cambio científico, haciendo que la ciencia sea menos
adaptable y más dogmática.
Lakatos menciona que la metodología de los
programas de investigación proporciona criterios que
ayudan al científico a evaluar la situación histórica
en la que toma sus decisiones; no contiene reglas
que le digan lo que debe hacer. Los científicos pues,
de acuerdo con él, no deberían estar obligados por
las reglas del metodólogo.
Para Cupani (2012), combinar el estudio de la
filosofía de la ciencia con la metodología científica
tendrá múltiples beneficios, como distinguir cuestiones
semánticas, epistemológicas y ontológicas, evitar
profesar un determinismo ingenuo, controlar mejor
los propios supuestos técnicos, habituar al análisis
del lenguaje, lucidez sobre las estrategias de búsqueda
de conocimiento y comprender que el progreso
científico es más complejo que un simple avance
lineal. En suma, perfecciona el espíritu crítico, lo que
se refleja en mayor valorización de los problemas
que de los resultados de la ciencia, y con esto
favorece que el investigador se vuelva al fin más
humanista, en el sentido de buscar a través de su
actividad investigativa el bienestar de todos los seres
humanos.
Consideraciones finales
La mirada hacia la investigación desde una
postura de la filosofía de la ciencia no puede
considerarse una pérdida de tiempo, sería un ejercicio
necesario para elegir el recorrido metodológico
adecuado a nuestra visión del mundo y por supuesto
de la ciencia.
Más allá del dilema de los métodos, el
investigador puede clarificar su concepción de la
realidad y definir su objetivo, realizar una construcción
de su objeto de investigación y con todo ello definir
el camino metodológico derivado de su postura
filosófica.
Optar por la elección de metodologías
cualitativas implica tener esta mirada; la decisión se
fundamenta en la reflexión filosófica que nos brinda
congruencia en todo el proceso, desde el proyecto
hasta sus resultados y nos fortalece para no ser
seguidores acríticos de métodos y caminos recorridos
previamente y que a veces optamos por ser los
conocidos.
Desde la perspectiva de la educación, los que
tenemos la oportunidad de participar en la formación
de futuros investigadores tenemos también el
compromiso de fomentar la reflexión para promover
una práctica científica sin reducir la complejidad del
mundo real, en especial en el área de las ciencias
humanas.
Literatura Citada
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LUZ VERÓNICA BERUMEN-BURCIAGA Y PATRICIA KUERTEN-ROCHA: La investigación cualitativa desde la perspectiva
epistemológica
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Este artículo es citado así:
Berumen-Burciaga, L. V. y Rocha, P. Kuerten. 2016. La investigación cualitativa desde la perspectiva
epistemológica.TECNOCIENCIA Chihuahua 10(3):118-124.
Resumen curricular del autor y coautores.
LUZ VERÓNICA BERUMEN BURCIAGA. Terminó su licenciatura en 1993, año en el que le fue otorgado el título de Licenciada en Enfermería
por la Facultad de Enfermería y Nutriología de la Universidad Autónoma de Chihuahua (UACH). Realizó su posgrado en la
Universidad Autónoma de Nuevo León, donde obtuvo el grado de Maestra en Enfermería con especialidad en Materno-Infantil:
pediátrica en 1996. Realizó el doctorado en Brasil obteniendo el grado de Doctora en Enfermería con área de concentración en
salud pública en 2004 por la Escuela de Enfermería de Ribeirão Preto (EERP) de la Universidad de São Paulo (USP). Desde 1997
labora en la Facultad de Enfermería y Nutriología de la UACH y posee la categoría de Académico Titular C. Su área de profundización
es Cuidado de Enfermería, en especial en primer nivel y dirigido a familia, niños y adolescentes y prevención de adicciones. Ha
participado como tutora académica con estudiantes de posgrado de la UANL, la Universidad de Alburquerque y la Universidad de
Antioquia en Colombia. Es miembro de la Sociedad Honorífica de Enfermería Sigma Theta Tau Internacional, Capítulo Rho Upsilon
de São Paulo, Brasil. Ha sido invitada como ponente en eventos científicos locales y en estados como Oaxaca, Sinaloa, Sonora,
Nuevo León, Nayarit y Coahuila.
PATRICIA KUERTEN ROCHA. Profesora Adjunta del Departamento de Enfermería y del Programa de Pos-graduación en Enfermería de la
Universidad Federal de Santa Catarina (UFSC), graduada en Enfermería por la UFSC (2000), Doctora por la UFSC (2008), Maestría
en Enfermería por la UFSC (2005), Especialización en la Modalidad Residencia en Terapia Intensiva Pediátrica, en la Universidad
Federal de São Paulo (UNIFESP), Especialización en Emergencia en la UNIFESP. Vice líder del Grupo de Enseñanza, Investigación
y Extensión en la Salud del niño y el Adolescente - (GEPESCA por sus siglas en portugués). Experiencia en el área de Enfermería,
actuando principalmente en los siguientes temas: enfermería, pre-hospitalaria, emergencia pediátrica, terapia intensiva pediátrica,
seguridad del paciente, cuidado y pediatría. Miembro de la Sociedad Brasileira de Enfermeros Pediatras y Neonatales (SOBEP).
Currículo Lates: http://buscatextual.cnpq.br/buscatextual/visualizacv.do?id=K4769598Z2.
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