Se dedica el presente editorial de la revista científica Debates por la Historia a resaltar y posicionar la memoria ante un acontecimiento histórico de gran impacto en nuestro país. Se trata de la expedición de la Ley General en Materia de Humanidades, Ciencias, Tecnologías e Innovación, que tendrá gran impacto en la producción del conocimiento científico.
Se realiza la presente narrativa apoyándonos en tres elementos básicos que menciona el historiador Pierre Nora, en relación a la historia, la memoria y el papel que debe jugar el historiador ante los acontecimientos. Para ello se considera el caso de la Escuela Normal de Ayotzinapa, en el cual perdieron la vida 43 estudiantes a manos de grupos delincuenciales, apoyados por elementos policiacos que, en vez de defenderlos, los entregaron a Guerreros Unidos para su ejecución. Se intenta también desenmascarar la “verdad histórica” construida por el Estado mexicano con el fin de confundir a la ciudadanía y en defensa de personalidades de la política, policías locales y federales, así como del ejército. Esa “verdad” acordada bajo el liderazgo de Jesús Murillo Karam -hoy preso- se narra junto con el recorrido por la formación encomendada a las escuelas normales rurales y la creación de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa “Raúl Isidro Burgos”.
Si la historia es una disciplina cultivada teórica y metodológicamente en temporalidades distintas, eminentemente subjetiva, alimentada por juicios de los sujetos en el tiempo presente, con una tradición metódica a base de narrativas y con deseos de incidir en la construcción de la sociedad a la que aspiramos; entonces, ¿por qué seguimos –como dice Michell de Certeau (González, 2013)- rescatando muertos, obteniendo lo que necesitamos de ellos y los volvemos a meter en su tumba una vez cubiertos los objetivos que nos llevaron a removerlos?
Con este título, a manera de provocación, abordamos la editorial del presente número de Debates por la Historia, correspondiente al periodo julio-diciembre de 2021. Se destaca, en un primer momento, la aclaración sobre este título; enseguida la narrativa del Seminario Internacional de Teoría de la Historia, coordinado por los doctores Daniel Ovalle Pasten y Fernando Betancourt, al cual tuvimos la fortuna de ser invitados como Cuerpo Académico de Historia e Historiografía de la Educación; y, finalmente, como es costumbre, una breve presentación de los artículos que se publican en el presente número.
El título que encabeza la presente editorial intenta responder a los cuestionamientos y diatribas que se discuten en la actualidad en el campo de la historia e historiografía, esta última considerada como el concepto ligado a la descripción que se hacen de los acontecimientos y a la forma en cómo se presentan en la escritura, para darse a conocer a los interesados en este campo.
Inicia el primer mes del año dos mil veintiuno (2021) y con ello el presente número de la revista Debates por la Historia, que desde su trinchera intenta aportar ideas sustantivas, a través de los artículos que difunde, con el firme propósito de dar a conocer qué es lo que hace el pasado a las personas y qué hacen con el pasado los historiadores y quienes se dedican a incursionar en este terreno disciplinar. Ellos, con la mira puesta en el escenario futuro, aspiran a la construcción de una nueva sociedad acorde a los tiempos, en los cuales las luchas pasivas o activas siguen presentes en las distintas sociedades del orbe, por la ancestral desigualdad económica, por la distribución inequitativa del poder concentrado en los partidos políticos mayoritarios, en donde la democracia se ha convertido en la intolerancia de las mayorías, debido a la tolerancia de las minorías (Beltrán, 2004); en sí, estamos en busca de una sociedad más armónica y comprometida con los valores mundanos de los hombres y las mujeres.
Ante la imperiosa necesidad de citar los tiempos de pandemia que se están viviendo, es imposible no referirnos a ella en este editorial de la revista Debates por la Historia, como ese fantasma que recorre el mundo, pero ya no el fantasma del comunismo (Quijano, 1998), sino el fantasma del Covid-19. Así mismo, al avance y desarrollo de los enfoques en los estudios historiográficos y lo correspondiente a las actividades que realizan los historiadores en estos tiempos posmodernos, de crítica de la objetividad y de la veracidad en el campo de la historia e historiografía de la educación.
Como parte de la presentación de los artículos científicos que se difunden en este número, iniciamos con la discusión que en la actualidad existe en el campo de la historia, de antemano, sin considerarla aislada de las distintas disciplinas de las ciencias sociales y las humanidades. En el sigo XXI las barreras disciplinarias tienden a diluirse, lo que permite -en el caso de la historia- pensar en la interdisciplinariedad en los abordajes de los objetos de estudio, con el fin de profundizar en ellos con miradas trascendentales (Mora, 2003) y así superar el encave de los acontecimientos históricos desde las empíreas y dar paso a las interpretaciones con sentido, en beneficio de la construcción de la sociedad a la que aspiramos vivir.
Entre las discusiones actuales que se están dando en el campo de la historia y su consecuente aplicación a la historia de la educación, se presenta un asomo a tres conceptos clave que, aunque datan de tiempo atrás, siguen generando polémicas entre estos agrietamientos de lo que hoy se denomina la historia frente a las ideas del posmodernismo; así como su escritura, o más ubicuamente renombrada: historiografía. No está por demás rememorar y situar que en Latinoamérica –y concretamente en Chihuahua, México- las teorizaciones en el campo de la historia han estado en ocasiones ausentes, por ello la presentación de este número es –a la vez- una invitación a quienes jactanciosamente nos consideramos que hacemos historia, para que en nuestros escritos incorporemos la reflexión y diálogo con los textos y autores que están moviendo nuestra disciplina en estos tiempos posmodernistas, donde han llegado oleadas frescas para el enriquecimiento teórico y metodológico de la historia. Ya no es posible pensar nuestra disciplina en solitario, sino en relación y articulación con otras áreas como la antropología, filosofía, pedagogía y sociología, en las cuales se percibe que los límites que las separan se deslizan y se vuelven imperceptibles, permitiendo la performatividad en la investigación de nuestro territorio.
El presente número de la revista Debates por la Historia incluye artículos relacionados con la invención (utilizando la categoría de Michell de Certeau) a través de la escritura de ocho textos científicos que intentan dar a conocer distintas realidades sociales relacionadas con el campo de la historia e historiografía de la educación. Esperamos que las aportaciones contribuyan al acrecentamiento del acervo teórico y metodológico. Al mismo tiempo, aprovechamos la oportunidad para invitar a nuestros lectores a que sigan colaborando con la revista.
En este primer número de Debates por la Historia en su etapa como revista electrónica, se publican artículos relacionados con lo teórico metodológico de la investigación histórica, que aportan los elementos para todo aquel que desee incursionar en este tipo de investigación dando ese viraje de lo técnico a las investigaciones con sustento en paradigmas humanísticos, porque hacer historia es recuperar lo humano, sus deseos y aspiraciones.
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