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El debate en la valoración de las personalidades del programa de historia del mundo contemporáneo
The debate on the evaluation of historical figures of a Modern World History Class
Le débat sur la valorisation des personnalités de l'histoire dans le monde contemporain
Ocena wplywu wybitnych osobowosci na historie wspolczesna
Debates por la Historia, vol. 8, núm. 2, pp. 73-98, 2020
Universidad Autónoma de Chihuahua

Artículos de investigación


Recepción: 03 Marzo 2020

Aprobación: 06 Mayo 2020

Publicación: 21 Julio 2020

Resumen: En el presente trabajo se ofrecen consideraciones sobre el debate en la valoración de personalidades históricas y los requerimientos metodológicos para desarrollarla exitosamente desde la asignatura Historia del Mundo Contemporáneo en el Décimo Grado, en Cuba. El resultado que se presenta emana del proyecto de investigación ?Historia, identidad e innovación educativa? que acomete el Departamento de Historia de la Universidad José Martí de Sancti Spíritus, la consulta bibliográfica de la didáctica de las ciencias sociales y el estudio pormenorizado del nuevo programa de Historia del Mundo Contemporáneo de Décimo Grado que se experimenta como parte del perfeccionamiento educacional.

Palabras clave: debate, personalidad, valoración.

Abstract: This paper offers some contributions to the ongoing debate on how to approach the evaluation of historical personalities and the methodological requirements to develop it successfully in History of the Modern World Class for tenth grade in Cuba. The finding presented in this paper derived from the research project "History, identity and educational innovation" undertaken by the History Department of the José Martí University of Sancti Spíritus, from the bibliographic consultation of the didactics of social sciences and the detailed study of the new program of History of the Modern World that is proposed as part of an educational improvement program.

Keywords: Debate, historical figures, assessment.

Résumé: Cet article propose des considérations sur le débat sur la valorisation des personnalités historiques et les exigences méthodologiques pour le développer avec succès à partir du sujet de l'histoire du monde en dixième année à Cuba. Le résultat présenté émane du projet de recherche "Histoire, identité et innovation pédagogique" proposé par le Département d'histoire de l'Université José Martí de Sancti Spíritus, de la consultation bibliographique sur l'enseignement des sciences sociales et de l'étude détaillée du nouveau programme de Histoire du monde contemporain de la dixième année qui fait partie de l'amélioration de l'éducation.

Mots clés: Débat, Personnalité, Évaluation.

Streszczenie: Cet article propose des considérations sur le débat sur la valorisation des personnalités historiques et les exigences méthodologiques pour le développer avec succès à partir du sujet de l'histoire du monde en dixième année à Cuba. Le résultat présenté émane du projet de recherche "Histoire, identité et innovation pédagogique" proposé par le Département d'histoire de l'Université José Martí de Sancti Spíritus, de la consultation bibliographique sur l'enseignement des sciences sociales et de l'étude détaillée du nouveau programme de Histoire du monde contemporain de la dixième année qui fait partie de l'amélioration de l'éducation.

S?owa kluczowe: Débat, Personnalité, Évaluation.

Introducción

El mundo contemporáneo demanda de hombres y mujeres que centren sus energías en recuperar el conocimiento del pasado, que transformen el presente y que al proyectar sus ideas contribuyan a la construcción de una sociedad más justa. La educación desempeña un rol determinante para lograr estos propósitos.

En correspondencia con ello, es propósito esencial que los estudiantes fortalezcan los sentimientos de defensa de la identidad nacional y cultura de su pueblo; enriquezcan el humanismo, la solidaridad y el patriotismo; se conviertan en seres creativos, responsables, capaces de mejorar el medio en el que se desarrollan y sean incondicionales con el proceso revolucionario y -en especial- asuman con entereza las tareas y retos que impone la realidad. En tal sentido, debe potenciarse entonces la enseñanza de la historia, del pasado lejano y reciente, de manera que se conozca, comprenda y asuma lo mejor de sus héroes y mártires, para que se conviertan en vivos paradigmas de las actuales generaciones. En consecuencia, le corresponde a la asignatura de Historia un papel fundamental, pues contribuye de manera especial en el aprendizaje de las personalidades históricas, así como las cualidades y valores morales que ellas aportan.

Un lugar importante en este propósito corresponde a la asignatura Historia del Mundo Contemporáneo que se imparte en el Décimo Grado del preuniversitario, que busca aprovechar las potencialidades que ofrece su contenido para desarrollar actitudes patrióticas, revolucionarias y antiimperialistas, latinoamericanistas y de solidaridad con todas las causas justas del mundo, de respeto y admiración por los héroes, mártires y líderes revolucionarios; de valores que permitan generar juicios acertados sobre los hechos y acontecimientos de la historia universal (como base para entender los de Cuba y sus localidades), y en defensa de su identidad nacional, con un comportamiento acorde con los valores humanistas y las exigencias del proyecto revolucionario cubano.

Cada clase que se imparta debe tener como objetivo enseñar al estudiante a pensar, a razonar, a sentir. La solución está en desplegar la inteligencia del estudiante, a la vez que se le enseñe a identificarse y amar con pasión las personalidades de la historia. De este modo es posible desarrollar sentimientos de admiración y solidaridad hacia quienes han luchado por la justicia social, pero a la vez incentivar sentimientos de rechazo y condena a todas las formas de opresión y explotación.

Es oportuno señalar que el proceso de enseñanza-aprendizaje de la historia ha sido estudiado por diversos autores que expresan las características del mismo, sus retos y necesidades; así como el proceder para el tratamiento de los sujetos históricos, en especial la valoración de personalidades históricas. Destacan los trabajos realizados por Díaz Pendás ( 2002 y 2007); Álvarez de Zayas (2009); Haydee Leal García (2000); entre otros.

Aunque es de significativa importancia enseñar a los estudiantes a dar un adecuado tratamiento de las personalidades históricas y tomar inspiración para que a partir de ellas proyecten su accionar diario, en la práctica pedagógica cotidiana, en comprobaciones de conocimientos y a través de la observación de clases, se aprecia que los educandos solo tienen conocimientos elementales de la vida y obra de las personalidades, las analizan desde su actuación como revolucionarios y se obvian aspectos que tienen que ver con su carácter, su pensamiento político, sus cualidades morales, sentimientos y otras características que permitirían tener un conocimiento más exacto y realista.

Los criterios que ofrecen los estudiantes son tan elementales que solo permiten delinearlos de manera muy general y por ello, no permiten la verdadera identificación de las personalidades a las que se refieren. Se constata además que en los procederes que emplean los docentes para lograr que sus estudiantes valoren las personalidades históricas, existen carencias que inciden en las manifestaciones antes expuestas.

En consonancia con ello, en el presente trabajo se ofrecen consideraciones sobre el debate en la valoración de personalidades históricas, su papel en la docencia, la importancia de su tratamiento y los requerimientos metodológicos a tener en cuenta para el trabajo exitoso desde la asignatura Historia del Mundo Contemporáneo. Vale apuntar que el resultado que se presenta emana del proyecto de investigación ?Historia, identidad e innovación educativa? que acomete la Universidad José Martí de Sancti Spíritus, avalado por la consulta de los textos más actualizados de la materia de estudio y bibliografía de la didáctica de las ciencias sociales y humanísticas, la experiencia docente de los autores y la constatación de las principales limitaciones y carencias en la enseñanza de la historia y el desempeño de los estudiantes.

Desarrollo

Fundamentos teóricos en relación con el proceso de enseñanza aprendizaje de las personalidades históricas. Su valoración

En Cuba, la historia que se estudia en la escuela debe asumir una concepción integradora de esta ciencia, contribuir a reforzar la identidad nacional, elevar la calidad cultural de vida. De igual modo, debe constituirse en agente regulador para la vida de hombres y mujeres, ya que permite al individuo conocer el pasado desde su reconstrucción, de modo que entienda el presente que le tocó vivir. Además, posibilita entender hacia dónde puede devenir la realidad y aportar una lección humana, dado su potencial educativo.

En la enseñanza-aprendizaje de la historia es de vital importancia atender a la problemática en torno al protagonismo en el entorno histórico. Desde la concepción de Rita Marina Álvarez de Zayas: ?El protagonista es el sujeto que le da vida al hecho histórico. Si no hay sujeto no hay acción, si no hay actores no hay historia? ( Álvarez, 2009, p. 45).

Tal como lo ha expresado la autora, las personalidades han llenado la historia de muchos siglos, llegando a ser los únicos protagonistas del devenir social. Especialmente las figuras políticas y militares han sido los actores de la mayoría de los libros y tradiciones orales de todos los tiempos. A ellos se han dedicado y dedican, merecidamente los estudios biográficos, los ensayos y automáticamente pasan a los libros escolares, sin contar con que son los protagonistas excepcionales de filmes, novelas, poemas, etc. Con esta realidad hay que contar, aunque lo correcto es no absolutizar, porque es importante el papel de cada uno de ellos en el momento histórico que les tocó vivir, pero más importante es el de las grandes masas sin las cuales no hubieran sido posibles sus logros.

Por eso, en estrecha relación con las personalidades, hay que estudiar el concepto de hombre común, por tanto, tiene un carácter relativo que permite aclarar que la distinción entre un hombre común y una personalidad histórica depende del tipo de actividad que desarrolla el sujeto en el plano social.

Se reconoce que el protagonista de la historia puede ser un individuo de cualquier clase social, lugar, edad, género, status económico, jerarquía política o social, o sector social. Sin embargo, apunta que:

Hay circunstancias sociales que al incidir sobre un hombre común hacen que afloren características de su personalidad, lo ?impulsan? a realizar acciones que lo empinan por encima de otros, destacándose, revelando cualidades que llaman la atención de sus coetáneos o posteriormente de los historiadores [?] En dependencia de la altura que alcance esa acción, la persona seguirá siendo un hombre común, que en determinado momento se destacó, o pasará a las filas de las personalidades ( Álvarez, 2009, p. 46).

Sobre el particular apuntaba el político e historiador ruso, Jorge Plejanov:

El gran hombre lo es no porque sus particularidades individuales imprimen una fisonomía individual a los grandes acontecimientos históricos, sino porque está dotado de particularidades que le hacen el individuo más capaz de servir a las grandes necesidades de su época, surgidas bajo la influencia de causas generales y particulares ( Plejanov, 1963, p. 50).

Por su parte, Fidel Castro ahonda sobre el tema y dedica algunas de sus reflexiones a demostrar que esas grandes personalidades son el fruto de la época, del momento histórico, así en la entrevista concedida a Mervin Dymally y Jeffrey Elliot, apunta: ?Fíjese, hay algo más, estoy convencido, es fácil de demostrar, y es que el momento histórico y las condiciones objetivas son los factores que determinan el surgimiento de los líderes? ( F. Castro, comunicación personal, 27, 28 y 29 de marzo, 1985).

Desde luego, el líder indiscutible de la Revolución Cubana llama la atención sobre un aspecto muchas veces soslayado en el análisis crítico y profundo de las personalidades, al enfatizar en la mencionada entrevista:

Hay hombres que tienen capacidad de dirigir procesos regresivos en la historia. Digamos, Hitler fue un líder, técnicamente era un líder, reunía determinadas características para ser líder, pero, claro, no un líder revolucionario; era un líder fascista, un líder reaccionario, que se comunicaba con las masas, hurgaba en las pasiones de la gente, en el resentimiento, en el odio, apelaba a los bajos instintos del hombre y lograba arrastrar multitudes ( F. Castro, comunicación personal, 27, 28 y 29 de marzo, 1985).

El propio Fidel en entrevista concedida seis años después a Beatriz Pagés, fue más enfático al declarar que el mérito no está en el hombre, sino en el momento histórico y en la coyuntura histórica, en el momento que le tocó vivir a esa personalidad. Por muy destacadas que sean las ideas y proyecciones del individuo, si no vive en la época adecuada y en las condiciones propicias, nunca llega a sobresalir y sus ideas quedan en la mente y nada más ( F. Castro, comunicación personal, 9 y 10 de mayo, 1991).

El tratamiento de las personalidades en la enseñanza-aprendizaje de la historia resulta necesario, no solo por el conocimiento que pueden alcanzar los estudiantes, sino por el aporte y la contribución que realiza a la formación de su personalidad.

Cuando los estudiantes analizan una personalidad pueden asumir un modelo de hombre o mujer, un modo de actuación y con ello los valores morales y éticos que los distinguían. El estudio de las actividades que desarrollaron las personalidades pueden ser ejemplos positivos de la actuación cotidiana y de las cualidades a asumir por los estudiantes. De igual modo, permite que los educandos sean capaces de tomar una posición ante lo que hizo la personalidad histórica, por tanto, su tratamiento tiene un objetivo tanto formativo como académico.

Otro aspecto que no debe olvidarse en el tratamiento de las personalidades como sujetos históricos, es que este proceso demanda de un enfoque que permita conocerlos en correspondencia con las condiciones históricas concretas en que vivieron y en estrecha relación y vínculo con las masas, ?[?] no podemos analizar los hechos de aquella época a la luz de los conceptos de hoy, a la luz de las ideas de hoy? ( Castro, F., 1968, p. 10).

Acerca del tema son meridianas las palabras del profesor Horacio Díaz Pendás, quien explica con toda razón:

No olvidemos que los conceptos, los juicios que se tienen en el presente, gracias a la propia experiencia histórica y a los aportes de las investigaciones científicas, no son para aplicarse, como una camisa de fuerza o un dogma, al análisis de épocas pretéritas o a la acción de los hombres y mujeres que vivieron y actuaron en ellas ( Díaz, 2007, p. 15).

Una pauta didáctica para el trabajo con las personalidades es hacer un análisis del contexto social, económico, político e ideológico que reina al nacer esta personalidad o durante sus primeras actividades, de manera que pueda apreciarse cómo influyó en sus ideas y actividades revolucionarias, pero, desarrollado el estudio, se requiere reflejarlo con lenguaje apropiado. Al respecto alertaba Marc Bloch:

Porque todo análisis, antes que nada, necesita un lenguaje apropiado como herramienta, un lenguaje capaz de dibujar con precisión el contorno de los hechos y a la vez conservar la flexibilidad necesaria para adaptarse progresivamente a los descubrimientos, un lenguaje sobre todo sin fluctuaciones ni equívocos ( Bloch, 2001, p. 152).

El estudio certero de las personalidades históricas necesita de apreciar justamente lo que ofrecen las fuentes existentes, pero conviene dedicarle una mirada atenta y desprejuiciada, que permita acercarse a la verdad y para eso es saludable desmitificar los documentos escritos, porque frecuentemente se dan como verdades inamovibles. Sobre ello Michel Vovelle hace un llamado de atención: ?Nada de esto significa que la fuente escrita haya perdido importancia? Simplemente se trata de leerlas de otra manera? ( Vovelle, 1990, p. 117).

Todo lo que ofrezca una visión dogmática, anquilosada y formal de la personalidad debe ser examinado críticamente, por eso, Pierre Vilar explicaba: ?El objetivo de la historia no es ´hacer revivir el pasado´ sino comprenderlo. Para eso hay que desconfiar de los documentos brutos, de las supuestas experiencias vividas, de los juicios probables y relativos? ( Vilar, 1988, p. 20).

Una premisa esencial es que al analizar a las personalidades hay que verlos como seres humanos, hombres y mujeres de carne y hueso capaces de grandes hazañas, pero con virtudes y defectos que no hay porque ocultar. Esos hombres y mujeres pudieron tener éxitos y derrotas, contradicciones y limitaciones que no los empañan debido a la grandeza de sus sentimientos. Si se presentan como perfectos e inmaculados, se tornan distantes. Por el contrario, cuando se ven sin la perfección absoluta, se aprecian más humanos, más grandes, más cercanos y por eso imitables.

Tales apreciaciones permiten afirmar que la idealización o innecesaria apología le resta credibilidad ante los juicios de la historia y de las nuevas generaciones. Desde luego, también hay que cuidarse del otro extremo, es decir, cuando con la intención de abordar sus defectos, se termina deteriorando a la personalidad y por consiguiente se comete una injusticia. Ante la disyuntiva es preferible obviar un defecto a sobredimensionarlo, porque se gana más promoviendo el respeto y la consideración de la personalidad, que tornándola aborrecible. El cotejo de fuentes es vital e incluso ha de hacerse, aunque todas las fuentes que se consulten sean científicas.

El modo de razonar histórico en el trabajo con las personalidades exige además un razonamiento desde un enfoque socioclasista, es decir, su procedencia social, los intereses de clase que defendió o al sector social que representó, porque de su procedencia depende en gran medida la forma en que pensaba, la manera en que actuaba y hasta la grandeza de lo que hacía. Muchas veces en la historia vemos a un personaje ultraconservador y no nos percatamos que es un representante de la aristocracia rancia, pero ¡Que grandeza la del aristócrata rancio que lo da todo por los más pobres o la causa más justa!

Sirva de ejemplo ilustrativo, el caso de Francisco Vicente Aguilera, el hombre más rico de todo el Oriente cubano, que lo dio todo por la independencia de Cuba y murió en la extrema pobreza ¿Podría valorarse igual que los ricos hacendados que por salvar su fortuna se plegaron y apoyaron a la metrópoli española? ¿Acaso no hay que tener en cuenta la valía de los esclavos de origen africano que lo dieron todo por una tierra que ni siquiera conocían y llegaron incluso a alcanzar los grados de Mayor General a cambio de nada?

Por eso tenía razón Martí cuando nos llama a tener en cuenta la extracción socioclasista, como lo hizo él con Simón Bolívar. Así escribió: ?[?] y de esta alma india y mestiza y blanca hecha una sola, se envolvió en ella el héroe?? ( Martí, 1889, p. 280).

Otro trabajo martiano, Tres Héroes, permite inferir que el estudio de las personalidades debe ser cuidadoso y respetuoso en cuanto a sus limitaciones y errores porque el bien que hicieron fue más que sus faltas. Realmente debe hablarse de ellos como los agradecidos que hablan más de la luz que de las manchas que una personalidad haya tenido.

La valoración de las personalidades implica además evitar los enfoques reduccionistas, simplificadores, unidimensionales y parcelarios que propenden a una visión mecanicista, que distorsiona el análisis. Si se aborda una personalidad hay que hacerlo en toda su extensión, en todas sus aristas y significaciones. Por ejemplo, poco puede aportar absolutizar una sola faceta, veamos un caso: Hitler fue un conquistador despiadado, pero nada se resuelva con obviar su inteligencia, astucia, carisma y capacidad para arrastrar a las masas. Si esto no se toma en cuenta entonces estaríamos hablando de otra persona.

Al valorar, es pertinente tener en cuenta los criterios y juicios emitidos por los autores anteriores, pero siempre sometiéndolos a examen crítico, lo cual permite, cotejar, evaluar e interpretar datos, hallar lo esencial y justipreciar la personalidad. De igual modo, se requiere evitar las comparaciones lineales que tratan de buscar semejanzas o parecidos entre personalidades de distintas épocas, procesos y lugares con lo cual se niega la lógica histórica y se conduce hacia el error. ¿Por qué comparar a Napoleón y Hitler si son de épocas y condiciones histórico-concretas distintas?

Resulta necesario tomar en consideración los criterios de Haydée Leal García ( 2000) al explicar el proceder que debe seguir el maestro para que el estudiante valore una personalidad histórica. En este proceso los alumnos deberán aprender a tomar una posición crítica ante la personalidad. Por tanto, esto implica contraponer el objeto de estudio con otros puntos de vista, con sus patrones de conducta y valores morales (si algo es bueno o malo, correcto e incorrecto). De este modo, la autora recomienda:

Al propiciar en el escolar el desarrollo de acciones valorativas con un alto grado de significación, estas se convertirán en motivos de conducta, además se fortalecerán cualidades morales de su personalidad que lo preparan para la vida social práctica (p. 49).

Se requiere además analizar los objetos, hechos o fenómenos, proceso natural o social en su origen, desarrollo, relaciones y trascendencia. De esta manera se contribuye a que los alumnos emitan juicios críticos. Su desarrollo estimula los procesos lógicos de análisis, síntesis, comparación, abstracción y generalización; así como la expresión oral y escrita.

Un paso previo será que los alumnos dominen el proceso de búsqueda de características, pues es necesario que tengan los elementos requeridos para valorar, para lo que es esencial revelar el vínculo del conocimiento con la práctica social. En definitiva, se favorece la toma de posición valorativa al revelar el valor del objeto y contraponer este con patrones de conducta y valores, lo que exige analizar los hechos, fenómenos y procesos en su origen, desarrollo y trascendencia.

La autora mencionada anteriormente, entre las exigencias del proceso plantea:

Identificar los objetos, fenómenos, hechos, procesos y/o personalidades a valorar, ¿qué es lo que valora?

Buscar las características particulares, generales y esenciales de lo que se valora. Integración de los elementos generales y esenciales que lo caracterizan, teniendo en cuenta su origen desarrollo y trascendencia.

Propiciar la identificación del valor y formar juicio crítico, una vez precisadas las características esenciales y generales, para lo cual debe contraponer este valor en otros criterios, patrones de conducta o escala de valores: cualidad-valor- significación social-valoración.

Expresar sus posiciones valorativas en forma oral o escrita.

Confrontar de forma colectiva los juicios elaborados por cada uno, donde se enfocan los diferentes puntos de vista como vía de control y autocontrol de lo valorado.

Apreciar el carácter relativo de los juicios valorativos en correspondencia con las condiciones histórico-social ( Leal, 2000, p. 50).

Cuando el estudiante realiza la valoración de una personalidad siempre se basará en juicios críticos, en conocimientos que ha adquirido, en puntos de vistas que se ha formado, lo cual le permite asumir una posición o conformarla gradualmente en el curso del análisis. Sin embargo, si queremos darle riqueza a la valoración, convertirla en una actividad que aborde con profundidad todos los matices, que sea productiva y aproveche las ventajas de la inteligencia colectiva, es importante ventilar la información obtenida mediante el análisis múltiple y público a través del debate, tema sobre el cual García Otero (2002) plantea:

Un debate de forma general puede considerarse como un intercambio de opiniones entre dos o más personas o un grupo de ellas, que se realiza con diferentes objetivos. El debate bien realizado se convierte en una experiencia edificante para quienes participan en él, toda vez que propicia la elaboración conjunta de criterios, el establecimiento de discrepancias, dudas, aclaraciones, etcétera, sobre el objeto del desarrollo (p.10).

Los autores reconocen como muy precisa la opinión de Pino Calderón ( 2005) en su trabajo ?El debate: una herramienta para nuestro trabajo? al expresar una definición integral, a la cual nos acogemos:

El debate es la actividad reflexiva grupal que desarrollamos a partir de la recepción de un mensaje, una experiencia o contenido específico, para elaborar de forma conjunta criterios sobre ellos. Implica siempre interacción, diálogo, esclarecimiento mutuo y aprendizaje grupal sobre un contenido determinado ( Pino, 2005, p. 61).

El debate en el análisis de los contenidos históricos, la polémica franca y el sereno intercambio de ideas, tiene las ventajas siguientes:

Facilita perder el temor a hablar en público y garantiza el intercambio fraterno entre los participantes. Hablar en público es uno de los principales estresores reconocidos por el alumnado universitario. Los estudiosos del tema recomiendan vencerlo con una buena preparación y ejercitando la exposición en un escenario respetuoso y camaraderil, como el que tiene lugar en el debate. En este, se polemiza y discute, pero es a la vez, escenario propicio para el diálogo, el esclarecimiento, el reconocimiento mutuo, el acercamiento y aprendizaje individual y colectivo.

Entrena al alumno en el uso correcto del lenguaje y mejor expresión oral. El debate es un acto comunicativo y si se pretende convencer, persuadir, hacerse entender y ganar el apoyo o vencer a los debatientes, los argumentos tienen que expresarse con solidez y precisión, pero también con frescura, claridad y hermosura y mientras más entrenado se está para ello, mejores serán los resultados.

Posibilita conocer qué opinan los demás y determinar el nivel de información que ellos mismos tienen sobre el tema tratado. A través del ejercicio del debate se entra en contacto con una diversidad de criterios que le dan la posibilidad de conocer distintos enfoques, comparar, autoevaluarse, evaluar a los demás y determinar cuánto se conoce realmente del tema tratado; de igual modo permite actualizarse y en caso de poseer argumentos más novedosos, actualizar al resto de los participantes.

Permite diagnosticar sistemáticamente cómo se apropian los estudiantes no solo de lo académico, sino también de lo actitudinal. En el debate no solo se expresan saberes y concepciones, sino también convicciones, sentimientos, actitudes y valores, que se manifiestan hasta en la forma y el tono en que se usa la palabra y ofrece una noción del comportamiento actitudinal sobre las problemáticas que se abordan en la controversia o intercambio de ideas.

Propicia la tolerancia a la pluralidad de criterios y posiciones y entrena para lograr la empatía y la actitud inclusiva. El debate es una actividad reflexiva que tiene entre sus principales requerimientos la escucha paciente, el análisis mesurado, la búsqueda de lo positivo en lo que opina el otro, para construir un conocimiento nuevo. En la medida en que se desarrolla con sistematicidad, enseña a ponerse en el lugar del otro y a esforzarse por entenderlo, como premisa esencial para que el resto de los debatientes actúen del mismo modo.

Crea condiciones para el consenso y no la falsa y engañosa unanimidad. A través del debate se entrena a los estudiantes para la accesibilidad, para el intercambio fluido, sin imposiciones, que de paso al acercamiento, que a su vez permite una mejor comprensión de lo que se está tratando; que invite a exponer las ideas y criterios con naturalidad. Cuando el educando se siente escuchado y tenido en cuenta muestra mayor interés y se esfuerza por un mejor resultado. Al propio tiempo está en condiciones de asumir un criterio o una posición no por presión o imitación, sino por convencimiento.

Lo que los alumnos valoran puede tener diferentes niveles, en dependencia del desarrollo alcanzado y la exigencia de los programas. Así el estudiante, de manera independiente, adopta una posición valorativa, al elaborar juicios críticos o partir de las posibilidades que gesta el debate. Cuando el estudiante interviene de manera protagónica en el debate, se inmiscuye plenamente, se siente parte del problema y participa de manera razonada en el parto del conocimiento, aprende con más rapidez y efectividad. Tal proceso da mejores resultados y se hace más creíble que cuando la información viene como algo dado definitivamente por el profesor y el estudiante no participa del razonamiento.

La valoración en el programa de Historia del Mundo Contemporáneo, Décimo Grado

El programa de Historia del Mundo Contemporáneo se incorpora al Décimo Grado en el curso 2018-2019, como parte del proceso de perfeccionamiento educacional. Comienza su aplicación en la provincia Sancti Spíritus por el IPU Honorato del Castillo Cancio, que actuó como centro de experimentación, para su futura generalización. Viene en sustitución de los programas: Historia Contemporánea e Historia de América y tiene peculiaridades que lo hacen distintivo.

Los conocimientos históricos de la asignatura abarcan los hechos, procesos y fenómenos que van desde el inicio de la Primera Guerra Mundial en 1914, hasta la primera década del siglo XXI. Estos conocimientos se han elaborado sobre la base de una concepción integradora que contiene el área europea, americana y afroasiática y permiten la educación integral de los educandos mediante el análisis de los contenidos históricos relacionados con el medio ambiente, el desarrollo científico y tecnológico, el fenómeno racial, el rol de la mujer en las diversas sociedades, los aportes del arte y la cultura, entre otros.

El paradigma historiográfico que se emplea parte del estudio de la historia desde la pluricausalidad, en la que interactúan los aspectos económicos, políticos, sociales, ideológicos y culturales, para obtener una visión total de la actividad social de los hombres y mujeres, dentro de un enfoque dialéctico. Esta concepción exige buscar estrategias globales de investigación y de divulgación de los hechos de la historia.

Entre los enfoques principales que se utilizan está el que algunos autores llaman tercermundista y que preferimos denominar ?enfoque sur? o de los países en vías de desarrollo y también el del análisis del proceso de desarrollo y evolución de las sociedades con un carácter alternativo, multilineal y no cronológico, lo que no significa que se niegue el factor temporal y no se siga el orden de las fechas, sino que, sin absolutizarlo, se asume junto a otros factores de análisis pero no de manera lineal. Entre sus componentes se tienen muy en cuenta la dimensión medioambiental y la dimensión de género, todo lo cual le imprime un nuevo carácter al desarrollo de la asignatura.

Los objetivos de la asignatura Historia del Mundo Contemporáneo en Décimo Grado, son:

  1. 1. Demostrar conocimientos de los procesos, hechos, documentos y personalidades estudiados en la historia contemporánea de América, África y Asia, así como de los nexos existentes entre ellos y de las potencialidades que brindan para la formación de valores, manifestando actitudes consecuentes con la forja y continuidad de las mejores tradiciones cívico-patrióticas.

    Desarrollar valores desde el potencial cultural y formativo del contenido histórico del mundo contemporáneo, tales como: honestidad, honradez, responsabilidad, laboriosidad, solidaridad, incondicionalidad, patriotismo, antiimperialismo, entre otros, así como la formación de conductas responsables con respecto al medio ambiente, al patrimonio natural e histórico, a la convivencia y la salud, a las normas constitucionales, jurídicas, éticas, morales y comunicativas.

    Argumentar que en la época contemporánea el desarrollo histórico de los pueblos americanos, europeos y afroasiático es diverso y desigual.

    Fundamentar que el capitalismo no es la solución a los problemas de la humanidad y que el colonialismo, el neocolonialismo y el imperialismo han sido los enemigos históricos de los pueblos del mundo.

    Demostrar que el socialismo, al potenciar lo mejor del ser humano, constituye una alternativa viable y superior para los pueblos del mundo ante la incapacidad del capitalismo para solucionar los problemas de la humanidad.

    Explicar el desarrollo histórico del movimiento de liberación nacional y de la lucha antimperialista en la época contemporánea en América Latina y el Caribe, África y Asia, como evidencia de la crisis del sistema colonial imperialista.

    Argumentar que la contradicción fundamental de la época contemporánea es entre el imperialismo internacional y los pueblos de América Latina y el Caribe, África y Asia.

    Explicar que la lucha de las clases sociales y los movimientos sociales son las fuerzas motrices que impulsan el desarrollo histórico, considerándose el desempeño de la mujer en la historia.

    Explicar que las relaciones internacionales que se desarrollan en la época contemporánea son expresión y responden a la contemporaneidad.

    Demostrar que la unidad e integración de los pueblos constituyen una alternativa para defender sus intereses universales, regionales y nacionales.

    Explicar los problemas globales de la época contemporánea y la lucha por un mundo mejor.

    Apreciar desde el punto de vista estético las acciones de las masas y las personalidades históricas, así como las diversas manifestaciones culturales estudiadas en lo universal, lo americano, lo cubano y el entorno de la localidad, para lo cual resulta imprescindible el trabajo con una concepción interdisciplinaria.

    Utilizar la información obtenida de las diferentes fuentes para exponer de forma oral, escrita y gráfica el contenido histórico con sentido lógico; ejercitarse en la exposición y defensa de sus puntos de vista en el marco de una cultura del debate con fidelidad a los principios.

La distribución del contenido es como se muestra a continuación en la tabla 1:

Tabla 1
Contenidos de la asignatura Historia del Mundo Contemporáneo en Décimo Grado.

Fuente: Elaboración de los autores.

El programa no solo privilegia aspectos económicos, sociales, políticos y militares, sino también artísticos, jurídicos, religiosos, filosóficos, científicos entre otros y se le dedica atención a historiar la vida cotidiana y de las mentalidades. Posee una base marxista, martiana y fidelista, propende a la comprensión del devenir histórico mediante la elaboración coherente de la evolución social inclusiva de todos los factores que componen la sociedad, con puntos de contacto con el enfoque hoy globalizado de la historia total.

Se propone contribuir desde la enseñanza de la Historia a la formación integral de los niños, adolescentes y jóvenes, de una concepción marxista y martiana, al profundizar en el legado ético, humanista, solidario, internacionalista y antiimperialista del pensamiento y la obra de Martí y de otros destacados políticos, educadores e intelectuales revolucionarios del contexto cubano, latinoamericano, caribeño y de otras partes del mundo, como expresión de la lucha revolucionaria y del legado de las mejores tradiciones patrióticas y culturales, de un pensamiento propio y, a su vez, universal, para una mayor comprensión de la realidad social y la asunción de una actitud crítica, reflexiva, transformadora y de preservación de la humanidad.

Sin embargo, como se puede apreciar, entre las principales habilidades a desarrollar según las exigencias del programa se destacan: explicar, argumentar, fundamentar, demostrar, etc., pero pese a que en los documentos normativos del nivel se expresa la intención de enseñar a los estudiantes a valorar, debido al gran significado que tiene en la formación del individuo, lo cierto es que en los objetivos del programa no hay ninguno dirigido a la valoración.

Es cierto que, para demostrar, fundamentar y cumplir otras habilidades, muchas veces se requiere primero, como parte de las operaciones para lograrlo, efectuar la valoración. A ello se agrega que, si bien desde la Secundara Básica se desarrolla la habilidad, en el programa y en las orientaciones metodológicas no se pone a disposición de educandos y educadores el algoritmo de trabajo para valorar hechos, procesos, fenómenos y personalidades.

En contraste con todo lo anterior, el contenido a desarrollar permite darle tratamiento a personalidades de gran importancia como: Vladimir Lenin, W. Wilson, Franklin Delano Roosevelt, Augusto César Sandino, Lázaro Cárdenas, Agustín Farabundo Martí, Pedro Albizu Campos, José Stalin, Benito Mussolini, Adolfo Hitler, W. Churchil, Ethel y Julius Rosenberg, Martin Luther King, Juan Domingo Perón, Jacobo Arbenz, Salvador Allende, Maurice Bishop, Omar Torrijos, Luis Inácio Lula Da Silva, Hugo Rafael Chávez Frías, Evo Morales, Rafael Correa, Daniel Ortega, entre otros.

El ejemplo

Teniendo en cuenta la necesidad e importancia que tiene el debate en la valoración de personalidades históricas explicado en epígrafes anteriores, donde se particularizó el algoritmo para lograrlo, relacionamos a continuación un ejemplo:

En el tema I: Panorama histórico del mundo contemporáneo (1914-1939), en la temática: Desarrollo histórico de América Latina y el Caribe y su lucha contra la dominación del imperialismo norteamericano, se propone desarrollar la valoración de la personalidad histórica de Augusto César Sandino. Para ello se orienta un estudio independiente conformado por tres equipos:

Primer equipo: (dos estudiantes). Actividad:

Revisar detenidamente el libro de texto de Décimo Grado (provisional), de los autores: Lama Gómez, Diez Fumero, Ramos Cuza, Martínez Martínez y Martínez Rasua ( 2017), de Historia del Mundo Contemporáneo, en las páginas 33-34. Responder: ¿Por qué el lema de Sandino en la Segovia era ?Patria y Libertad?? ¿Qué características personales de Sandino se derivan de lo explicado en el texto?

Segundo equipo: (cinco estudiantes). Actividad:

Consultar la obra de Sergio Guerra Vilaboy ( 2015). Nueva Historia Mínima de América Latina. Biografía de un continente, en las páginas 433-435. Responder: ¿Quién era Augusto César Sandino? ¿Cuál fue la actitud de Adolfo Díaz y el Arzobispo de Managua ante la lucha de Sandino? ¿Qué características de la personalidad de Sandino quedaron demostradas al reiniciar la lucha el 7 de mayo de 1930? ¿Por qué es justo el calificativo de Henri Barbusse al llamar a Sandino el General de Hombres Libres? ¿Fue correcta la decisión de Sandino de deponer las armas? Expresar sus puntos de vista al respecto.

Tercer equipo: (el resto del grupo). Actividad:

Leer cuidadosamente la obra de Antonio Núñez Jiménez ( 1999). Mi Patria es América Latina, en las páginas 206-211. Responder: Expresar sus consideraciones sobre las siguientes palabras de Sandino: ?(?) es preferible hacernos morir como rebeldes y no vivir como esclavos?. ¿Qué características de Sandino y sus hombres permitieron mantener una lucha de siete años contra 12 000 hombres bien armados si ellos solo llegaron a 3000 mal armados? Interpretar las palabras de Sandino: ?(?) la soberanía de un pueblo no se discute, sino que se defiende con las armas en la mano.? Ante las circunstancias que llevaron a la muerte de Sandino ¿Quién se equivocó, Sandino o las fuerzas de Sacasa? Exprese su criterio. Determine las enseñanzas de esta situación. ¿Qué rasgos de la personalidad de Sandino lo convertían en un obstáculo para los intereses norteamericanos y de sus secuaces en Nicaragua?

Durante la clase: Después de explicar la situación que atravesaba Nicaragua, la intromisión norteamericana y el inicio de la lucha liderada por Sandino, se procede a la valoración de su personalidad, para lo cual se revisa el estudio independiente orientado a cada equipo y se procede al debate a partir de las siguientes problemáticas:

¿Por qué afirmamos que Sandino fue un hombre de pueblo? ¿Cuáles son las características de su personalidad?

¿Es merecedor Sandino del calificativo de ?General de Hombres Libres??

Expresar sus opiniones sobre el siguiente planteamiento: ?Augusto César Sandino, el digno hombre de Nicaragua?

Después de desarrollar el debate abierto sobre los elementos referidos a Sandino, se recogen las ideas esenciales expuestas por los estudiantes en el pizarrón y se les pide que, teniéndolas en cuenta, cada uno haga su propia valoración de la personalidad de Sandino sin obviar (según el criterio personal) aspectos positivos y negativos, aportes y limitaciones, trascendencia o no.

Finalmente, las valoraciones de varios estudiantes serán sometidas a la evaluación del profesor y el grupo en general.

Conclusiones

  1. 1. La valoración de las personalidades históricas es uno de los propósitos que hay que priorizar dentro del proceso enseñanza-aprendizaje de la Historia en el preuniversitario, no solo por el aporte cognoscitivo que reporta a los estudiantes, sino también por ser fuente de actitudes y valores, potenciar una mejor comprensión de lo que se está tratando, despertar mayor interés y promover mejores resultados.

    El discernimiento en una problemática tan compleja como la valoración de personalidades históricas siempre implicará un desafío que se puede vencer teniendo presente que la verdad se construye (o devela) entre muchos y especialmente en la confrontación intelectual que examina de manera transparente y sin prejuicios, la vida y obra del personaje que se estudia, aunque eso sí, con rigor epistemológico.

    El debate juega un papel esencial en la valoración de las personalidades históricas porque permite determinar las características particulares de las personalidades, el valor que encierra su actuación, su pensamiento político y su obra práctica, facilita desentrañar entre todos, los elementos medulares del análisis, contribuye a un responsable ejercicio de pensamiento, da paso a la inteligencia colectiva y asegura que se valore de manera justa y equilibrada.

    En el nuevo programa de Historia del Mundo Contemporáneo del Décimo Grado existen potencialidades para intencionar la valoración de personalidades históricas, con el propósito de lograr un proceso docente educativo más dinámico, creativo y eficiente, que asegure mayor solidez de los conocimientos y despierte el interés en los estudiantes.

Referencias

Álvarez de Zayas, R.M. (2009). Didáctica de la Historia y de las Ciencias Sociales. Aprender del pasado para ser protagonistas del presente. La Habana: Editorial Pueblo y Educación.

Bloch, M. (2001). Apología para la historia o el oficio del historiador. México: Fondo de Cultura Económica.

Castro Ruz, F. (1968). Discurso en la Velada solemne por los cien años de lucha. La Habana: Editora Política.

Castro Ruz, F. (1985, 27, 28 y 29 de marzo). Entrevista realizada por el legislador Mervin Dymally y al académico Jeffrey Elliot. La Habana: Editora Política.

Castro Ruz, F. (1991, 9 y 10 de mayo). Entrevista realizada por la periodista Beatriz Pagés. La Habana: Editora Política.

Díaz Pendás, H. (2002). Una vez más sobre la Enseñanza de la Historia. La Habana: Editorial Pueblo y Educación.

Díaz Pendás, H. (2007). Juzgar con respecto a su historia. La Habana: Editorial Pueblo y Educación.

Guerra Vilaboy, S. (2015). Nueva Historia Mínima de América Latina. Biografía de un continente. República Dominicana: Archivo General de la Nación.

Lama Gómez, Diez Fumero, Ramos Cuza, Martínez Martínez y Martínez Rasua. (2017). Historia del Mundo Contemporáneo. La Habana: Editorial Pueblo y Educación.

Leal García, H. (2000). Pensar, reflexionar y sentir en las clases de Historia. La Habana: Editorial Pueblo y Educación.

Martí, J. (1889). La Edad de Oro [nº 1, New York. O.C. T XVIII]. La Habana: Editorial Nacional.

Núñez Jiménez A. (1999). Mi Patria es América Latina. La Habana: Editorial Pueblo y Educación.

Pino Calderón, J.L. (2005). El debate: una herramienta para nuestro trabajo. La Habana: Editorial Pueblo y Educación.

Plejanov, J. (1963). El papel del individuo en la Historia. La Habana: Editora Política.

Vilar P. (1988). Iniciación al vocabulario del análisis histórico. Barcelona, España: Grijalbo.

Vovelle, M. (1990). Introducción a la Historia de la Revolución Francesa. La Habana: Ciencias Sociales.

Notas de autor

* Profesor de la Universidad José Martí Pérez, Sancti Spíritus, (Cuba). Es Máster en Estudios Sociales por la Escuela Superior del Partido Ñico López (Cuba). Publicaciones recientes: ?Los sujetos marginados en la historia. Algunas sugerencias metodológicas para su tratamiento en la docencia?, Revista Caribeña de Ciencias Sociales (2019) y ?La Polémica y el debate en el pensamiento revolucionario de Fidel Castro Ruz?, Revista Atlante: Cuadernos de Educación y Desarrollo (2020). Entre sus temas de interés están la historia, pedagogía y didáctica de la historia, debate y cultura del debate.
** Profesor de la Universidad José Martí Pérez, Sancti Spíritus, (Cuba). Es doctor en Ciencias Pedagógicas por la Universidad José Martí Pérez (Cuba). Publicaciones recientes: ?Potencialidades de la historia universal para la educación jurídica de los estudiantes de carreras pedagógicas. Algunas tareas docentes.?, Revista Caribeña de Ciencias Sociales (2018) y ?Los sujetos marginados en la historia. Algunas sugerencias metodológicas para su tratamiento en la docencia?, Revista Caribeña de Ciencias Sociales (2019). Entre sus temas de interés están la historia, la didáctica de la historia y la educación jurídica.
*** Profesor de la Universidad José Martí Pérez, Sancti Spíritus, (Cuba). Es Máster en Ciencias de la Educación. Publicaciones recientes: ?Tareas docentes para educar en el patriotismo desde las clases de Historia de América?, Revista Atlante: Cuadernos de Educación y Desarrollo (2019). Entre sus temas de interés están la educación en valores, pedagogía y didáctica de la historia, debate y cultura del debate.


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